Airbnb da en el clavo: ha desarrollado lo que hacía mucha falta

Y no me refiero a lo que quita el sueño a ciertos ayuntamientos retrógrados. Sino a esto.

Que es una herramienta corporativa para diseminar internamente información cuantitativa (en forma de cuadernos (de Python), Rmarkdowns y similares). Más info, aquí.

Los que me leéis y trabajáis en uno de esos lugares grandotes donde lo cuantitativo viaja por correo en PPTs, ya sabéis que tenéis que proponer ipso facto en esas reuniones que tanto os gustan.

Este también buscaba la precisión donde tal vez menos importaba

Esta no va de prensa sino de una reunión de vecinos. Al terminar, hablo con uno de ellos y me cuenta que siempre se había dedicado a la construcción y que en alguna ocasión tocó la estadística. En particular, en el estudio, relevantísimo, que describo a continuación.

En los años 70, como parte de la preparación de las ofertas para construir una incineradora de basura en Madrid, una que se ve que aún existe, le encomendaron la muy estadística tarea de estimar el poder calorífico de la basura de la capital.

Dizque al sexto mes... pero ¿y los datos?

He leído esto, que trata de lo distinta que es

a la izquierda y a la derecha de la línea roja punteada.

La historia contada desde las posterioris basadas en datos difiere de la apriorística (recordad: ideología = priori). En concreto

Reconoceréis una aplicación de causalImpact y lo que significa el gráfico está comentado en todas partes.

Código y datos, por mor de la reproducibilidad, aquí.

El teorema de Rolle, ¿acientífico?

Si $f$ es una función continua definida en un intervalo cerrado $[a, b]$, y derivable sobre el intervalo abierto $(a, b)$ y $f(a) = f(b)$, entonces existe al menos un punto $c \in (a, b)$ tal que $f’(c) = 0$.

Tal es el enunciado del teorema (de Rolle). Que no dice ni dónde está ese punto, ni cómo encontrarlo ni cómo de complicado podría llegar a resultar. Pero es un teorema, con su demostración y todo.

Aquellos que ignoran la estadística etcétera

Ayer asistí a una charla sobre errors. Brevemente (porque está estupendamente explicado, motivado y documentado por su autor, al que aprovecho la ocasión para saludar), hace esto:

library(errors)
valores <- unlist(list(a = 1, b = 2, c = 3))
vars    <- c(1, 1, 1)    # varianzas de esos datos/medidas
sds     <- sqrt(vars)

# errores
x <- valores
errors(x) <- sds
format(x[1] * sin(x[2])^3, notation = "plus-minus", digits = 3)
#[1] "0.75 +/- 1.28"

Y nuestro viejo, clásico, manido, infrautilizado, semidesconocido mas no por ello menos querido método delta, ¿para qué existe en lugar de (como elucubraba el filósofo), simplemente, no existir? ¿Para qué otra cosa sino para aprenderlo me levanté yo aquella fría mañana del 94 sino para contemplarlo proyectado de diapositivas manuscritas de acetato? ¿Fue en vano?

¡Doble llave al sepulcro de Gauss!

¿Hasta dónde creéis que estoy de que cuando se hace divulgación matemática en la prensa diaria vuelvan a reciclarse las manidas historias del Gauss jovencito sumando 1:100, de por dónde sacaba Euler a pasear el perro o de si es posible calcular una raíz cúbica con regla y compás?

Si ha pasado algo interesante y de impacto en las matemáticas en los últimos tiempos (dentro de la última década, porfa), hágase el esfuerzo en replantearlo en términos asequibles y tráigase a la atención del lector. En cualquier caso, déjense esas historietas para los libritos de divulgación para adolescentes con ínsulas.

Sentir números, sentir probabilidades

En El hombre anúmerico, J.A. Paulos discute el problema de la visualización (e italizo para indicar que ver no es el fin sino el medio para interiorizar y sentir) números, particularmente, grandes números. Sobre los no excesivamente grandes escribe, p.e.,

To cite some happier illustrations for smaller numbers, the standard I use for the lowly thousand is a section of Veterans Stadium in Philadelphia which I know contains 1,008 seats and which is easy to picture. The north wall of a garage near my house contains almost exactly ten thousand narrow bricks. For one hundred thousand, I generally think of the number of words in a good-sized novel.

Me siento mal porque han sido muy majos conmigo y ahora no sé qué hacer con lo que me han mandado

Recibo esto en mi correo electrónico:

RESOLUCIÓN DE LA GERENTE DE LA EMPRESA MUNICIPAL DE LA VIVIENDA Y SUELO DE MADRID S.A. POR LA QUE SE ADMITE PARCIALMENTE LA SOLICITUD DE ACCESO A LA INFORMACIÓN PÚBLICA EN EL EXPEDIENTE NÚM. 213/2017/00294

ANTECEDENTES DE HECHO

PRIMERO.- Con fecha de entrada en el registro del Ayuntamiento de Madrid 16 de abril de 2017 y núm. de anotación 2017/0367535, se ha recibido solicitud formulada al amparo de la Ley 19/2013, de 9 de diciembre, de transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno (LTAIP en adelante) por D Carlos Javier Gil Bellosta en la que solicita:

¿Soy un dinosauRio? Sobre las novedades de R

R

Trato de estar abierto a lo nuevo. Tantos años soportando dinosaurios me han vacunado contra el conservadurismo tecnológico. De hecho, me produce arcadas. La experiencia, no obstante, me ha hecho permeable al efecto Lindy, lo que me da ocasión de saludar a mis amigos emaqueros.

Las cosas cambian y en R estamos viviendo una especie de revolución. Mi argumento, para impacientes, es que:

  • Es más superficial que sustancial: es azúcar sintáctico.
  • En ciertos aspectos, no es positiva y mina ciertos principios valiosos que hicieron de R un lenguaje popular.

Cuento todo esto a raíz de una reseña a un novedoso curso de R. Lo es en tanto que, dicen: