I. Memes Dice la Wikipedia que un meme es es la unidad teórica más pequeña de información cultural1 transmisible de un individuo a otro, de una mente a otra, o de una generación a la siguiente. Sin embargo, suelen conocerse como memes solo aquellos memes que, por algún motivo, debido a algún tipo de característica particular —tanto intrínseca como del cuerpo social en el que se mueven— se difunden como un virus.
No sé desde cuándo tengo abierta en una pestaña del navegador la página del operacionalismo de la Enciclopedia de Filosofía de Stanford. Porque aunque se trate de un cadáver filosófico desde hace más de ochenta años, goza —como ponen en evidencia ciertos acontecimientos recientes— de la más envidiable salud en algunos círculos.
Según el operacionalismo, los conceptos teóricos de la ciencia se agotan en aquellas operaciones que utilizamos para medirlos. ¿La temperatura?
Gráficas que muestran la velocidad a la que varía el PIB como
han sido habituales para representar la evolución de la economía. En particular, porque antes de los espasmos de los últimos trimestres eran más o menos fáciles de intepretar. Pero ahora ya no.
La velocidad es una medida útil en tanto que varía de manera más o menos suave. En momentos de botes y rebotes, es mejor saber dónde se está que a la velocidad a la que uno no sabe si sube o baja.
Hace unos años se oyó un runrún en pro de sustituir el PIB por un índice alternativo con el que comparar el desempeño de los países (más, p.e., aquí).
En el Índice Global de Felicidad, una de las alternativas propuestas que coordina la ONU, Costa Rica tiende a ocupar niveles altos (el 13 este año, acompañando a países tales como Austria, Irlanda o Alemania), mientras que España se encuentra en el puesto 36, por debajo de Malasia y un pelín de gato por encima de Colombia (sí, Colombia).
Anoche me busqué a mí mismo en el Registro Mercantil. Sudé la gota gorda y cuando me encontré, es decir, recibí una notificación de que mis registros habían sido ubicados por el buscador, me apareció una aviso: si quería proceder a ver los resultados de la búsqueda tenía que abonar 1.78 euros (creo).
Así que si pierdo 20 minutos de mi vida en una seudopágina que me quiere cobrar casi dos euros por información que yo le he proporcionado, el PIB español crece en 1.
Hacía tiempo que no hablaba de este tema. Pero han salido de mi LIFO de artículos potencialmente interesantes dos a los que merece la pena echar un ojo. El primero, este, arranca con
Government statistical agencies commonly report official economic statistics as point estimates. Agency documents describing data and methods may acknowledge that estimates are subject to error, but they typically do not quantify error magnitudes. News releases present estimates with little if any mention of potential error.
Igual que reviso mis propios ingresos y gastos, por eso de que vivimos en democracia, me molesto en revisar los números de esas esferas en que me encuadro fiscalmente: ayuntamiento, comunidad autónoma, país (¡pobrecico!) y Unión Europea. Mis dos principales impresiones al examinar las de la Comunidad de Madrid de 2010 fueron:
La opacidad (o ininteligibilidad) de las partidas de ingresos: al parecer, estamos en un periodo transitorio en lo concerniente a la financiación autonómica (aunque apostaría bastante dinero a que todos los años desde el 78 lo han venido siendo en mayor o menor grado) y esto hace muy difícil saber quién paga qué, qué son esos fondos de compensación, a qué hacen referencia los ajustes y, sobre todo, cómo se comparan las cifras de un año con las del anterior.