Evindencias sobre la vigencia del operacionalismo en estadística

No sé desde cuándo tengo abierta en una pestaña del navegador la página del operacionalismo de la Enciclopedia de Filosofía de Stanford. Porque aunque se trate de un cadáver filosófico desde hace más de ochenta años, goza —como ponen en evidencia ciertos acontecimientos recientes— de la más envidiable salud en algunos círculos.

Según el operacionalismo, los conceptos teóricos de la ciencia se agotan en aquellas operaciones que utilizamos para medirlos. ¿La temperatura? Es lo que marca un termómetro. ¿La inteligencia? El resultado de un determinado test. Etc.

¿Y el PIB? El PIB es solo el resultado de aquello que quiera que haga el INE cada trimestre. Así que si no nos place, podemos cambiar la metodología y, tachán, la realidad se convertirá necesariamente —operacionalismo mediante— en otra más conveniente.

Más sobre el mismo tema:

  • Esta entrada de 2010 donde, mucho más joven e iluso que hoy, reclamaba intervalos de confianza para la estimación del PIB. Incluye un enlace a un estudio histórico de los errores cometidos en las estimaciones tempranas del PIB con respecto a sus revisiones posteriores.
  • Esta otra de 2014 donde ilustro cómo el Banco de Inglaterra añade intervalos de confianza a las estimaciones del PIB tanto a futuro como a pasado, aparte de otras cuestiones también relevantes para la presente discusión.