Estadística

La paradoja (de Simpson) detrás de ciertos argumentos en pro de una subida generalizada de salarios

Trae El Confidencial un artículo de Javier Jorrín —según Jesús Fernández-Villaverde, el mejor periodista económico ahora mismo en España—, titulado La mejora de la productividad permitirá a las empresas prolongar la subida de salarios. El artículo se resume en tres enunciados que, así, en frío, según se verá, son contradictorios:

  1. Ha aumentado la productividad (PIB por hora trabajada) en España.
  2. Eso da margen para que suban los salarios.
  3. El incremento de la productividad se debe a que ganan peso los sectores económicos más productivos.

La problemática relación entre (1) y (2) se la dejo a los economistas. Se pueden elaborar experimentos mentales en los que (2) se sigue de (1) y otros en los que no. Evaluar su pertinencia no es materia de estas páginas.

Un argumento en contra del redondeo y cuatro breves asuntos más

  1. Ahora se pueden correr Stan en el navegador (vía WebAssembly) aquí.
  2. En este artículo relacionado se preguntan sobre la problemática relación entre MCMC y las GPUs. La respuesta es, esencialmente, que no: el MCMC es iterativo y no se presta al paradigma SIMD (single instruction, multiple data). Los únicos casos en los que he visto alguna ganancia son esos —rarísimos— en los que el modelo involucra algún tipo de red neuronal que sí que puede aprovechar el paralelismo.
  3. En este artículo, John D. Cook se suma a los críticos del BMI —que no es novedad— y sugiere reemplazarlo —esto sí— por algún tipo de índice de redondez (del cuerpo del sujeto).
  4. Un problema de los LEFTs es que la volatilidad diaria socava gravemente su rentabilidad. Para evitar ese problema, se han lanzado LEFTs que cierran semanal o mensualmente.
  5. Una recomendación habitual es evitar la sobreprecisión en los números publicados (p.e., $p = 0.0421942). Sin embargo, Please, show lots of digits argumenta en contra: esos números no redondeados aportan información adicional que puede permitir realizar ingeniería inversa y revelar cifras y procedimientos no explícitamente mostrados en los artículos.

Exigencias aisladas de rigor (estadístico)

I.

Puede que alguien no conozca todavía el concepto de exigencias aisladas de rigor (estadístico). Lo introdujo y describió Scott Alexander aquí.

Usufructo y resumo el ejemplo con el que lo introduce:

  1. Heráclito decía aquello de que uno no puede bañarse dos veces en el mismo río (porque el agua ya no es la misma, etc.)
  2. Heráclito tenía unas vacas.
  3. Un señor se las roba.
  4. Heráclito las reclama.
  5. El señor le dice que las vacas que eran suyas (de Heráclito) ya no existen; que las que dizque ha robado eran otras distintas que andaban solas por ahí, que las encontró y se las llevó a su casa.

No sabemos hasta dónde pudo llegar el rigor filosófico y la coherencia de Heráclito. La fabulilla anterior da a entender que, probablemente, no demasiado lejos.

Probabilidad y estadística en los Ig Nobel de 2024

Los premios Ig Nobel de este año se han anunciado (y entregado) recientemente. Dos de ellos guardan cierta relación con el asunto de estas páginas:

  1. El de demografía ha recaído en Saul Justin Newman, de la universidad de Oxford, por mostrar cómo muchos de los casos de ultracentenarios (personas que viven hasta edades significativamente por encima de los cien) ocurren realmente en lugares donde la esperanza de vida no es particularmente alta, no hay certificados de nacimiento y abundan los errores administrativos y el fraude en las pensiones. De hecho, en esta entrevista afirma cosas tan entretenidas como que en Okinawa, el mejor predictor del lugar donde residen los ultracentenarios es que el registro civil del municipio en cuestión hubiese sido destruido por los bombardeos estadounidenses en la II Guerra Mundial.
  2. El de probabilidad, en un equipo de 50 investigadores por el artículo Fair coins tend to land on the same side they started: Evidence from 350,757 flips, cuyo título lo dice todo.

El artículo busca la confirmación de resultados anunciados por Persi Diaconis y sus coautores en un artículo que ya mencioné hace años aquí. Puede que a alguien le parezca ridículo e inaudito realizar un experimento consistente en lanzar monedas un total de 350757 veces; pero hay que recordar que el primer problema de estadística que conste documentalmente que se resolvió usando p-valores fue el de determinar si había sesgos en doce dados que se lanzaron 26306 veces allá en 1900 (véase esto).

Comparaciones vs efectos y cuatro asuntos más

Aquí se lee:

Preferimos el término “comparaciones” al de “efectos” en tanto que el primero es más general que el segundo. Una comparación es un efecto solo en aquellos casos en los que el modelo tiene una interpretación causal válida.

En Instrumental variable regression and machine learning se discute cómo aplicar la técnica de las variables instrumentales no con regresiones lineales sino con otro tipo de modelos más generales (y se ilustra con random forests).

"El problema de la academia" y cuatro asuntos más

I.

Aquí dice lo que con mi traducción suena así:

El problema de la academia no es el plagiarismo. En economía, un secreto que la academia guarda celosamente es que casi toda la investigación es inválida o inútil por varios motivos.

¿Qué hacer? No leer.

II.

¿Y en estadística? Aquí se cita la frase

Gran parte de la estadística del siglo XX es una pérdida de tiempo consistente en calcular respuestas precisas a preguntas irrelevantes.

Manipulación y discriminación

I.

Hace unos años, en un congreso de R, hubo un panel de periodistas de datos. En la ronda de preguntas, alguien del público preguntó: “¿cómo manipuláis los datos?” Muy previsiblemente, los tres panelistas respondieron rápida y destempladamente: “No manipulamos los datos”.

II.

Discriminar —es decir, separar una masa en unidades homogéneas— es una de las tareas tradicionales de la estadística. La técnica más básica y explícita de discriminación (el análisis discriminante lineal), fue introducida por Fisher entre 1936 y 1940 en una serie de artículos, de entre los cuales, el más famoso es The use of multiple measurements in taxonomic problems, publicado nada menos que en los Annals of Eugenics, y en cuya segunda página aparece en toda su gloria y para la posteridad el famoso conjunto de datos iris.

¿De qué "forma" es que A causa B?

En muchos sitios se habla sobre cómo A causa B —o tiene un efecto de cierto tamaño sobre B—. Mucho menos se suele hablar de la forma de ese efecto. El siguiente gráfico (extraído de aquí) muestra ocho de las infinitas formas en que una variable puede tener un efecto sobre otra:

En todas ellas, el efecto global tiene el mismo valor medio.

Los corolarios los dejo para cada cual.

Aún más sobre la falacia ecológica

I.

Voy a retomar un hilo perdido en mi discusión del otro día sobre la falacia ecológica para abundar en una cuestión que tiende a obviarse a pesar de su gran importancia.

En aquella entrada fusilé/usufructé el siguiente gráfico:

En él se representan individuos (las elipses de colores) sobre los que hay medidas repetidas (las nubes de puntos que contienen) de cierto fenómeno cuantitativo. Lo relevante del gráfico es que:

Más sobre la falacia ecológica

El de la falacia ecológica es un asunto que ya he tratado en alguna ocasión. Lo retomo porque he encontrado una exposición excelente sobre el concepto de la que esta entrada es prácticamente un plagio.

Primero discute la historia del término. Se tiende a atribuir —yo también lo hice aquí— a W. S. Robinson en su artículo Ecological Correlations and the Behavior of Individuals. No obstante, parece que el término propiamente dicho es algo posterior: fue Hanan C. Selvin quien lo denominó falacia ecológica —con todas sus letras— en su artículo Durkheim’s Suicide and Problems of Empirical Research de 1958. Además, según la entrada que gloso, el concepto ya había sido tratado específicamente por E. L. Thorndike en su artículo de 1939 On the fallacy of imputing the correlations found for groups to the individuals or smaller groups composing them. No obstante, dada la ubicuidad de la falacia, apostaría bastante a que no costaría demasiado dar con otros precedentes (¿se puede decir precedentes previos sin que te riña Lázaro Carreter?).