El precio del petróleo, reflejo del anumerismo de la prensa

Nunca sé para quién escribe la gente de los periódicos. Luego se quejan de que nadie los compra. Cuando me preguntan por qué no lo compro yo, suelo contestar de que no me gusta curiosear conversaciones ajenas. Y es que aunque no sepa para quién escriben, me consta que no lo hacen para mí.

El caso del precio del petróleo es el ejemplo por antonomasia. Dizque está a un paso de los 100 dólares. Y yo no sé si eso es mucho o es poco. El dólar es un producto que no uso. He usado más la libra, el baht y la rupia en los últimos tiempos. Pero cobro en euros, pago en euros, compro en euros, vivo en euros. Y eso que he andado por el mundo.

Además, ¿qué es lo que vale casi 100 dólares? ¡Un barril! ¿Y qué carajos es un barril? Pues parece ser que son 42 galones estadounidenses. Y un galón es la impar cifra de 231 pulgadas cúbicas. Y una pulgada, 25,4 milímetros. Y a partir de ahí cada cual puede hacer sus cuentas para obtener un total de 158,98 litros con un carajal de decimales. ¿Por qué la prensa nacional tiene que rendir pleitesía a una unidad de medida medievalinzante? ¿Para eso guillotinamos a un rey?

Lo que voy a hacer en esta entrada es enmendarles la plana a los periodistas perezosos que copian y pegan de la prensa extranjera y maltraducen los comentarios concomitantes y mostrar dos parejas de series temporales. La primera es intermedia: la de los precios del barril de petróleo en euros y dólares:

La segunda es una homotecia de la anterior: el precio en dólares y euros de un litro de petróleo: Los precios han subido, pero no tan dramáticamente como en la otra orilla del nunca suficientemente ancho océano. Además, habida cuenta de que de un litro de petróleo se genera, aproximadamente, un litro de productos destilados (y, en particular, 0,75 litros de gasolina y gasóil), los lectores del blog podrán extraer más significativas conclusiones acerca de lo que ocurre a pie de surtidor.