Cálculo mental, alzheimer, anumerismo y 20N

El otro día pensaba yo: si escribiese en un rollo de papel (idealmente infinito) el nombre de todos los españoles, uno en cada línea, de manera que cada línea ocupase, digamos, dos centímetros, ¿cuántos kilómetros de papel me harían falta?

Por redondear, supuse que la población española es de 50M (pecata minuta: de sobreestimarla en un 10%, bastaría con recortar un 10% la respuesta final). Y por azares le propuse el problema a un compañero para que lo resolviese mentalmente. ¡Incapaz! Luego otro, y otro, y otro. Hasta seis y ninguno supo darme una respuesta correcta utilizando sólo cálculo mental.

Puede ser que se sintiesen intimidados y temiesen una objeción capciosa (¡ah, no has tenido en cuenta la raíz cuadrada de la velocidad del viento!). Pero la solución es bastante simple: 50M de líneas a razón de 2cm por línea hacen 100M de centímetros, es decir, 1M de metros. Y 1M de metros son mil veces mil metros, es decir, mil kilómetros. Incluso una máquina puede dar con la respuesta correcta en nada.

Puede que el cálculo mental sea una disciplina que haya caído en desgracia en los recientes planes de estudio. Pero, aparte de los beneficios que pueda aportar su ejercicio frente a la enfermedad del Alzheimer, nos aparta también del anumerismo.

Hacer pequeñas operaciones matemáticas (eminentemente, divisiones) a la hora de leer el periódico, aunque sólo sean correctas en orden de magnitud, nos ayuda a entender el mundo: ¿a cuánto asciende la deuda griega por europeo? ¿Y el gasto militar por español? ¿A cuánto nos salieron los 8.000 millones del Plan E por barba?

Las calculadoras pueden ser más veloces a la hora de obtener una respuesta exacta. Pero sacarlas del bolsillo, teclear nosecuántos ceros (¡yo siempre los cuento mal!), etc. nos incomoda. Una respuesta aproximada utilizando cálculo mental y cuatro trucos simplificadores está siempre a la mano.

Y nos ayuda a entender mejor el mundo. Y tal vez a saber optar mejor cuando el día 20 de noviembre nos pregunten qué España queremos.