Sobre la muy necesaria "Oficina del Dato"

Hace no tanto propuse la creación de un segundo INE axialmente (eje: la Castellana) simétrico al actualmente existente que elaborase un segundo censo, una segunda EPA, etc. por lo mucho que podríamos aprender acerca de la varianza (y los límites de la estadística) gracias a la simultánea publicación de parejas de cifras oficiales desiguales.

Pero alguien en el brazo largo de la palanca debió leerme sin advertir que iba de coña y me hizo caso. Así, en uno de los últimos BOEs, se nos comunica que:

Por todo ello, resulta necesaria la creación de la División Oficina del Dato y de la División de Planificación y Ejecución de Programas en la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial […]

Advierto que el subrayado es mío y que los motivos que elevan la creación del primero de dichos organismos por encima de lo contingente son no otros que:

Las tecnologías se han convertido en el elemento principal para el funcionamiento de la economía y la sociedad. El impacto de las tecnologías tiene una doble vertiente: por un lado, otorga una mayor capacidad de respuesta y permite el mantenimiento de gran parte de la actividad y por otro, un incremento de la brecha educativa o empresarial. No todo el mundo tiene las mismas posibilidades por lo que la digitalización puede traer una sociedad con ganadores y perdedores. Por ello es preciso impulsar nuevas capacidades y habilidades, el emprendimiento tecnológico y una inteligencia artificial inclusiva, ética, transparente, que permitan la igualdad de oportunidades y la creación de empleos. Las tecnologías Big Data permiten, a partir de datos generados por la huella digital, entender la información, sacar patrones de comportamiento y desarrollar predicciones. Para dar una respuesta técnica coordinada es importante contar con un órgano específico y especializado en la materia dentro de la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial. Muchos países de la UE tienen la figura del Chief Data Officer (CDO) en su organización. La creación de una División Oficina del Dato, que ya se había propuesto con motivo de la elaboración del Real Decreto de Desarrollo de la estructura básica del departamento, con motivo de la pandemia Covid ha adquirido mayor importancia. La aparición, desde múltiples instancias y medios, de iniciativas y aplicaciones dispersas en torno al tratamiento de datos durante la epidemia ha puesto de manifiesto la necesidad de un órgano específico para coordinar e integrar dentro de la Administración General del Estado esas iniciativas. Entre las funciones de ese órgano se incluyen la estrategia para la explotación del dato y gobierno del dato; es decir, definir políticas de seguridad en la gestión y almacenamiento de los datos, políticas de privacidad, así como participar activamente, como se ha señalado, en los foros de este ámbito en la Unión Europea. Sin perjuicio de las competencias que la legislación europea y nacional atribuyen al Instituto Nacional de Estadística.

En fin.

Cerraré con un comentario de los muchos que tengo en mente y que podía haber hecho. Puede que sea, incluso, uno de los que menos coherencia aporte al texto completo de la entrada de hoy. Y es que pudiera ser que el INE fuese absolutamente irreformable.

Hace unos años escribí sobre el temario de las oposiciones del INE. Aquello se titulaba Solo necesitarás estadística viejuna. Una de las personas con las que hablé del asunto en esa época era un investigador del CSIC que me dijo lo siguiente:

  • Que el INE era absolutamente consciente de lo que yo había escrito (aclaro: no necesariamente porque me lea a mí).
  • Que, de hecho, lo habían llamado a él a formar parte de un equipo de trabajo para renovar el contenido de las oposiciones, formación interna, etc. concernientes a su área de especialización.
  • Que no se pudo hacer prácticamente nada porque normas de rango superior prohíben modificar (aquí cito de memoria) más de un 5% de un temario de un año para otro.

Así que con toda la mala baba del mundo igual se puede opinar que sí, que sería no solo necesario sino también conveniente, adelantar al INE por la izquierda y crear un INE v2.0. A sabiendas que sería igualmente irreformable que el v1.0, pero que nos aguantase unos años hasta que no quedase otra que crear el v3.0. Etc. E ir dejando un reguero de instituciones estadísticas caducas de las que solo nos redima el meteorito.

Coda: He estado mirando por ahí y he encontrado cosas como esta, esta o esta que serán del gusto de quienes tengan una opinión distinta de la que presumiblemente destilan los párrafos anteriores.