Por qué no deberías compartir tu código: diez motivos

Fresco aún en nuestro recuerdo el fiasco de Excel del que nos ocupamos hace unos días, los partidarios de la reproducibilidad, el software subversivo y gratuito, los detractores de las herramientas propietarias y otras estirpes han agudizado su campaña en pro de lo que denominan una mayor transparencia en el proceso de creación científica.

Como contrapeso a tanto despropósito, traigo a la consideración de mis lectores una visión alternativa que desnuda los desatinos de la caterva y recoge diez motivos incontestables por los que compartir código es una sinrazón. Es obra de Randall J. LeVeque que puede ser consultada como artículo o, para los impacientes, como presentación.