Contemplando y comparando

y

se me han venido a la mente los adjetivos hirsuto y pocholo para calificar las respectivas formas de aleatoriedad que representan. La primera es el resultado del habitual
n <- 200 x <- runif(n) y <- runif(n) plot(x, y, pch = 16)
mientras que la segunda exige el más sofisticado
library(randtoolbox) s <- sobol(n, 2, scrambling = 3) x <- s[,1] y <- s[,2] plot(x, y, pch = 16)
Se ve que Sobol quería rellenar más armoniosamente el espacio. Me temo que, al hablar de aleatoriedad, muchos de nosotros también (p.e., esto).
Me preguntaba qué tipo de aleatoriedad usaría para diseñar materiales de decoración o estampados textiles. Y no tengo respuesta (aún).