Gestión del riesgo: una perífrasis con hitos aprovechables

Traigo a la consideración de mis lectores Sobre la Sostenibilidad Fiscal de España (II), un artículo de hace un tiempo que es una larga perífrasis alrededor de principios cualitativos muy contrastados sobre la gestión de riesgo (bajo incertidumbre, si se me tolera el pleonasmo). La conclusión es bien sabida pero el camino recorre una serie de hitos que mucho tienen que ver con lo que suelo escribir por aquí. Arranca con una afirmación desconcertante:

[S]abemos que, bajo ciertas condiciones técnicas, ignorar la varianza —y otros momentos estadísticos— de las variables no importa para estudiar el mejor diseño posible de las políticas económicas […]

¿En serio? ¡No jodas, hermano! A otro que no fuera Fernández Villaverde, por mucho menos, lo habría dejado de leer a perpetuidad (por mucha referencia académica que se aportase). Afortunadamente, el resto del artículo no deja de ser una acumulación de evidencias por las que precisamente lo contrario es, si no cierto, al menos, sensato.

Así, cita y se refiere a la diferencia entre incertidumbre y riesgo a lo Knight (ya tratado hace tiempo en estas páginas), subrayando primero la manifiesta existencia de escenarios con distintas probabilidades de ocurrencia y, después, muy a lo Taleb, el hecho incuestionable de que los positivos y los negativos tienen payoffs asimétricos y que, en concreto:

[…] nos deben de preocupar mucho más que la cosas vayan peor que lo que asumimos en la primera entrada (que bien pudiera ser el caso) que nos consuela en el que puedan ir mejor si todas las condiciones se alinean correctamente […]

Otra idea rescatable que atraviesa el texto que comento es resumida así por el autor:

Una de las lecciones básicas de valoración de activos que le intentamos inculcar a nuestros estudiantes es que las covarianzas son mucho más importantes que las varianzas.

Para los que no estén puestos en el lenguaje arcaizante de las varianzas y covarianzas: se refiere a las distribuciones marginales (varianzas) y conjuntas (covarianzas). No obstante, lo mejor de toda la entrada está en la nota 3, que dice:

El diseño de política económica ha de incorporar consideraciones relacionadas con la posibilidad de que no tengamos el modelo correcto del mundo (¿sabemos de verdad la relación entre crecimiento del PIB y tipos impositivos?) Como en el texto principal, la consideración explícita de la robustez suele llevar a políticas más cautas y que sobrevalores los riesgos de tener una deuda alta.

Como autor ocasional de modelos del mundo, no puedo estar más de acuerdo.