Internet: la frutería y el sushi bar

Internet es en gran medida (y lo fue aún más) una especie de frutería: si quieres manzanas, vas a donde las manzanas; si quieres peras, vas a donde las peras, etc. Esta manera de organizar la información en internet tiene que ver con su sustrato tecnológico: la gente conecta servidores y en ellos coloca información sobre temas diversos. Luego, los buscadores nos ayudan a ubicar aquello en lo que estamos interesados.

Pero, en el fondo, esta es una manera antinatural de gestionar información. La gente estamos acostumbrados a consumirla como los platillos de sustancias japonesas en los bares de sushi, esos que tienen una cinta como

sushibar

La información circula por delante de nosotros y tomamos aquella que nos interesa. Pero, habitualmente, con una estructura temporal, no temática. Por ejemplo:

  • Seguimos blogs y otras fuentes de información a través de agregadores de RSS y similares; no vamos a las fuentes, sino que el contenido viene a nosotros y se organiza en orden cronológico. A veces ponemos el foco en un área de interés u otra, pero el orden temporal subyace.
  • Temporalmente se ordenan los tuits o los muros de Facebook.
  • Incluso, de manera más tradicional, leer el periódico, informarte de lo que ocurre en el mundo a través de un periódico, imprime un orden cronológico más que temático: leemos el periódico de hoy pero delegamos en otros la selección de las noticias. Nos interesa más el ahora (o leeríamos también periódicos viejos) que el qué.
  • El correo electrónico también tiene estructura temporal: correos nuevos, viejos, contestados, y otros que guardamos para un tiempo futuro.
  • Incluso nuestra organización de las tareas es temporal: qué hicimos ayer, qué hacemos hoy, qué dejamos para mañana y para la semana que viene.

Internet se ha organizado y se organiza temáticamente porque está todavía demasiado apegada a la estructura física que la sustenta: servidores, routers, etc. Es como la programación en los primeros tiempos: estaba totalmente condicionada por el hardware; solo pasado el tiempo adquirió un nivel de abstracción superior y se aproximó más al humano, al usuario, al programador.

A veces, por supuesto, haremos un alto en el camino y leeremos un libro o consultaremos una wiki. Pero, reconozcámoslo, casi todo el día estamos rodeados de información que fluye. Incluso agradecemos que en ese fluir, la mayor parte de ella se pierda, desaparezca, se nos olvide. ¿Qué sería de nosotros si lo tuviésemos que recordar todo?

De ahí, entre otras cosas, mi interés en cambiar esto por un blog. De ahí, entre otras cosas, mi duda cuando me piden referencias estáticas sobre temas como, p.e., R: a partir de ahora invitaré a quien me pregunte a abandonar el modelo frutería y zambullirse en un flujo de información.

Nota: Casi todo lo escrito más arriba son intuiciones mías que ha contribuido enormemente a hilar discursivamente el capítulo de David Gelernter en la obra colectiva C@mbio: 19 ensayos clave acerca de cómo Internet está cambiando nuestras vidas.