Así no (o los sesgos de las encuestas de respuesta voluntaria)

Suscribo enteramente unas declaraciones de la alcaldesa de Madrid en las que se mostraba perpleja ante el hecho de que en la motivación de las sucesivas reformas del código penal se hablase de cómo el anterior no había funcionado o cómo el actual venía a subsanar deficiencias del anterior pero que no se acompañasen de una memoria bien fundada en la que se detallasen y cuantificasen esos problemas.

Suscribo enteramente declaraciones suyas en las que reclama un seguimiento de las leyes para ver en qué medida son eficaces en su ámbito de aplicación.

Suscribo enteramente declaraciones que le he leído pidiendo que en los plenos del ayuntamiento se muestren datos, estadísticas, etc. y se debata y decida alrededor de ellos.

¡Cómo no suscribirlo!

Pero la carta de su Concejala de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés, a las madrileñas y madrileños principia regular. Bien por referirse a dos encuestas realizadas por el Ayuntamiento en años previos (sin enlace). Mal por apoyarse en un estudio realizado por la OCU.

La misma OCU informa:

Encuesta a socios OCU: en febrero de 2015 enviamos 58.458 cuestionarios electrónicos a socios elegidos al azar, de los que obtuvimos 5.825 respuestas. La tasa de respuesta media ha sido del 10%, aunque varía por ciudad (la más alta en Madrid, con un 28%). Al no recibir suficientes respuestas de Teruel, Ceuta y Melilla, no publicamos sus resultados.

Y todos sabemos qué ocurre con la representatividad de un estudio basado en la respuesta voluntaria de un grupo, además, sesgado: de socios de una determinada organización.

Nota: esta entrada no pone en cuestión el que Madrid esté sucio (o no).

Otra nota: esta entrada no contiene elemento irónico alguno.